El cine colombiano está rompiendo barreras, no sólo por su participación en diversos festivales alrededor del mundo sino porque se ha expandido a hacer grandes creaciones fílmicas con otros países.
Una prueba de esto es la colaboración del director colombiano Oscar Ruíz Navia con la sueca Anna Eborn, quienes desarrollan una trascendente historia que se sale de la cotidianidad del cine nacional.
La obra del caleño ha encontrado un punto de unión que relaciona a todos los seres humanos sin diferenciar nacionalidades, éste es el círculo de la vida y la muerte donde una depende de la otra. Inspirado en las madres de ambos directores, el foco de la historia aplica este ciclo al mundo femenino.
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